domingo, 30 de octubre de 2011

Saldré musitando mis cosas al alba.

No soy el tipo de chica que se pone tacones para salir ni que se echa un par de capas de maquillaje para tapar sus imperfecciones. Tampoco salgo a menudo con mis amigos cuando hay un par de días de vacaciones porque estoy centrada en mis responsabilidades, en estudiar, eso es lo que debo hacer ahora. Apenas tengo tiempo para leer, pero le dedico siempre que puedo un rato por las noches. No me verás yendo al cine para ver una película pastelosa. No iré a convenciones de moda y maquillaje ni iré a partidos de fútbol. Me veo cómoda con una gran sudadera y vaqueros e incómoda con faldas y medias, pero eso no significa que a veces me apetezca arreglarme. Soy una persona de sonrisa fácil y es que no me sale ser falsa. No seré borde contigo, simplemente te diré lo que pienso si veo que es conveniente hacerlo. Merendaré y me sentiré abrumada por ello, no debería haberlo hecho, luego no tendré ganas de cenar. Escucharé música y me dejaré llevar aunque sea una patosa bailando. Gritaré hasta quedarme afónica en los conciertos porque siento la música correr por mis venas. Quizás me veas algún día por la calle y voy hablando sola, murmurando para mí. Miraré a desconocidos curiosa y disfrutaré con ciudades tan hermosas como Madrid, a la cual no adoro por moda, sino porque su arquitectura y la gente tan diversa que hay la hace peculiar. Me quejaré de cómo generalizamos y diré que si soy pelirroja es porque me gusta el color y si tengo una réflex es porque adoro la fotografía. No podrás hacer que me quite las gafas y es que me siento desprotegida sin ellas. Intentaré hacer sonreír, posiblemente eso te agrade de mi pero me odiarás cuando te des cuenta de que soy tan perfeccionista que es mejor que me dejes hacerlo todo a mí. Me encanta tener razón y cuando me doy cuenta de que no la tengo simplemente me callo, reconocerlo es demasiado duro. Me sentiré decepcionada cuando fracase, pero no te lo haré saber. Supongo que no me verás llorar y es que siempre me escondo en el baño cuando lo hago. También me gusta ocultar lo que pienso, lo se siento y lo que me preocupa, no suelo hablar con la gente sobre lo que me ocurre, no por desconfianza, sino por vulnerabilidad. Seguramente te adoraré pero no lo sabrás porque no te lo diré, no me gusta hacerlo y es que ese tipo de expresiones sobran. Todo el mundo tenemos nuestros defectos y nuestras virtudes, yo me acepto a ratos, te prometo que lo intento. Aun así yo soy feliz.

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